¿Qué le pasó a La Comay?

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Una de las razones del surgimiento de los movimientos sociales en línea es la creación de redes o vínculos de indignación y esperanza alrededor de un tema particular. Este trabajo identificó y analizó los eventos que desataron las redes de indignación y esperanza y su desarrollo en la formación del Boicot a La Comay [diciembre 2012], para lograr entender cómo un movimiento social en línea logra ejercer presión política y económica sobre autoridades institucionales (Wapa TV y SuperXclusivo).

Se utilizó una metodología mixta al analizar entrevistas hechas a líderes del boicot (n=5) y publicaciones realizadas en la página de Facebook del boicot (n=7407) para entender las estrategias y el desempeño de los líderes que conforman el movimiento. Se identificaron las estrategias de movilización en línea, las funciones de los diferentes líderes encargados del boicot y también se identificó como eje central en el discurso del boicot asuntos relacionados a esperanza.

Abajo algunas citas y gráficas relevantes en el documento:

«Unas 3,977 personas publicaron 7,407 contribuciones en el muro de la página durante diciembre, donde el 61% fueron publicadas entre el 5 al 8 del mes, siendo el 6 de diciembre cuando se registró el día pico con 1,952. Las contribuciones, se dividen en 5 categorías o tipos de publicaciones: estatus (87.6%), enlace(8%), foto(3.4%), vídeo(0.9%). El 40.2% de las personas) publicó sólo una entrada, el 6.9%  publicó dos entradas, el 2.5% publicó tres entradas, el 1.3% publicó 4 entradas, mientras que menos del 1% (n=143) publicó entre 5 a 70 entradas.  El 2.9% de las publicaciones pertenecen a los administradores de la página y el 1.52% (n=113) corresponde a un sólo participante, Juan Rosado. Los días de mayor publicación fueron los jueves del mes con un total de 2,394, seguido por los viernes con 1,399.» p.19

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Número de publicaciones hechas por fecha en la página de Facebook del boicot a La Comay

«Un examen detenido del boicot a La Comay nos presenta una oportunidad para entender mejor cómo se organizan las personas en línea para ejercer presión política en autoridades institucionales. Su éxito se establece en múltiples ejes desde el desarrollo de sentimientos de esperanza por medio de la validación estructural que ofrece la plataforma [de Facebook] con su sistema de likes y comentarios hasta el trabajo de movilización realizado por líderes, organizaciones profesionales y público simpatizante que seguía la página. El momento en que La Comay hizo la reseña sobre la muerte de José Enrique Gómez Saladín fue crucial, porque con su comentario estigmatizante detonó una mina de angustia colectiva de redes de indignación que ya se habían estructurado alrededor de la campaña #TodosSomosJoseEnrique.» p.27

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Tipos de mensajes publicados en la página de Facebook del Boicot a La Comay.

«La página del boicot a La Comay se crea entonces el 4 de diciembre de 2012. En menos de 24 horas recibe la atención de más de 30 mil personas según narra Rivera: “me despierto y veo diez llamadas perdidas, nueve mil mensajes de texto y Facebook de chat explotado, tú sabes. Tenía mensajes de, de docenas de personas, yo: “¿pero qué pasa?”. Cuando yo voy hay treinta mil likes”. Ante la atención, recibida Rivera analiza los puntos de vulnerabilidad del programa y genera una estrategia: “ahí fue que yo llamo a la cuestión de sacar la lista de anunciantes y mandar a todos los miles de personas a llamar y a llenarle la página de Facebook, llenarle el email y ahí se hizo historia”. p.24

«Esta movilización en línea se da, como bien menciona Castells, dentro de un espacios de angustia y esperanza, pero también contiene los elementos de movilización social presentados por Tilly expresados en un contexto caribeño colonial (Avilés-Santiago 2015, 64). Logró desatar debates sobre libertad de expresión y censura mientras que innovó con su estrategia al enfocar sus esfuerzos en los auspiciadores y no instituciones reguladoras como la FCC o el canal que lo producía. Ya que, como abunda Fantauzzi,

“el FCC no tiene la capacidad para monitorear canales en Español, todavía. Este, no tienen la suficiente, suficiente man-power para monitorear los canales en Español y menos canales en Puerto Rico, ya que Puerto Rico es, es siempre, en cuanto a cosas Federales, un, -lo que le llamamos acá- un afterthought y pues, mucha gente lo que pensó que ya era demasiado, ya era bastante”.

El movimiento se convirtió en un estrategia de contraataque tipo neoliberal a un producto cultural con una historia de violencia en la isla. Un caso similar se documentó también en España para abril 2012 a un programa llamado La Noria (Lagoa 2012).» p.31

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Organigrama del liderato del boicot a La Comay.

Aquí puedes leer la tesis completa con sus pertinentes referencias.

Si le interesa la base de datos utilizada o cualquier otra consulta o presentación sobre el tema me puede enviar un mensaje a concepcion.cesar@gmail.com

El material presentado (citas e imágenes) tiene derechos de autor, puede utilizar cualquiera de sus partes al citarlo del siguiente modo:

Concepcion-Acevedo, César E. ¿Qué le pasó a La Comay? El boicot en línea que irrumpió un paradigma cultural en Puerto Rico. Tesis de MA. Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, 2018. https://bit.ly/2sPWexX. Web. 27-enero-2019.

Un desahogo y dos poemas

Si no existieras, ¿te pensaría aun?
Si no existieras, ¿me preguntaría qué hubiese sido?
¿Cómo mi corazón sigue hacia delante cuando en cada piel te busco sin esperanza?
Me pregunto si eres feliz, si ya no me piensas.

Si ya encontraste lo tuyo, algo mejor que lo nuestro.
Mientras a mi me sigue temblando el pulso, el pecho me aprieta y el sueño no me encuentra.
A quién engaño, en todos los espacios estoy sufriendo.

Poema de la Despedida- José A. Buesa

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho… no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.

 

Poema de Olvido- José A. Buesa

Viendo pasar las nubes fue pasando la vida,
y tú, como una nube, pasaste por mi hastío.
Y se unieron entonces tu corazón y el mío,
como se van uniendo los bordes de una herida.

Los últimos ensueños y las primeras canas
entristecen de sombra todas las cosas bellas;
y hoy tu vida y mi vida son como estrellas,
pues pueden verse juntas, estando tan lejanas…

Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita,
nos da una sed más honda que la sed que nos quita,
pero estoy tan seguro de poder olvidar…

Y miraré las nubes sin pensar que te quiero,
con el hábito sordo de un viejo marinero
que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar.

Sincretismo Caribeño

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En las pasadas semanas he estado batallando el rigor mortis de mi memoria con el temor de no poder transmitir lo que viví en La Habana Cuba con la sensibilidad que se merece, pero sin esquivar mis enrevesados sentimientos al respecto. Buscar la narrativa y la forma escrita adecuada para presentarles 15 días de estímulo cultural, académico y personal en un solo ensayo, más que un ejercicio escrito, representa un reto que espero cumplir al final de éstas líneas. Creí que encontraría esperanza en mis notas de campo, que aunque resultaron un buen pie forzado, también representan un reto en sí mismo por mi pésima manuscrita y porque, concluyo en retrospectiva que, la mayoría de lo escrito son notas que no parecen sostener unidad temática alguna. Así que, sin pie ni cabeza escribo estas líneas, como un punto dentro de una obra de Seurat –sin su importancia histórica– desde el propio realismo mágico en mi recuerdo y con el más profundo sentimiento de expulsión o exorcismo mental que me obliga el espíritu.

Mi esperanza es, lograr transmitir el complicado sincretismo[1] –palabra clave de todo el viaje– existencial que ha provocado ésta experiencia, narrando un evento particular: la noche que visitamos el hospital General Calixto García en La Habana Cuba. Utilizaré distintas palabras en el texto como puente para ampliar en notas a pie de página, mis sentimientos, ambivalencias y otras experiencias experimentadas en La Ciudad. Espero que cada nota sea independiente, pero a la vez complemente lo escrito. Utilizo la técnica por dos razones principales: porque siento que mi experiencia en la Isla hermana tiene muchas escisiones y porque quiero aprovecharlo como ejercicio de escritura, inspirado en la técnica que utilizó Junot Díaz en su obra La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao (2008). Reconozco que jamás lograré lo que el autor alcanzó tan magistralmente, así que les adelanto que es un intento novato que no le hace justicia a la obra de Díaz. (Al final de la nota está la galería de fotos)

12 de junio de 2015

La Habana, Cuba[2]

Entramos al Hospital y la estructura organizativa me resultaba confusa y ajena. Con lo primero que nos topamos fue con una enfermera o secretaria sentada en su espalda con cara de poco ánimo en un escritorio que se entrecruzaba en los pasillos principales. Luego de mirar a todas partes para tratar de orientarnos, le pregunté, ¿dónde se consulta el médico? Señaló a unas puertas y dijo, “ahí”. El tráfico en el lugar era un poco caótico y las personas, todas, parecían estar en constante movimiento. Nos dirigimos a la oficina número dos para consultar al Médico. Miramos a todas partes buscando la fila y sin poder identificarla entramos, Paula, Gabriel[3], Coral, la Profesora Ana Fabian y yo. En un escritorio nos recibe un joven médico con estetoscopio en cuello y bata blanca. Acto seguido la Profesora nos identificó con el Médico como estudiantes de la Universidad de Puerto Rico. Pieza de información que creemos matizó toda la dinámica con el Médico; asunto que nunca sabremos con certeza pero agradecemos que lo haya hecho.

La consulta no fue muy distinta a cualquier otra consulta médica en mi País; preguntas sobre síntomas, duración y exposición. El Médico le hizo tres notas en pedacitos de papel reciclado donde solicitaba dos rayos x; una a los pulmones y otro de las fosas nasales y una prueba de laboratorio para determinar el conteo de los glóbulos blancos. Laboratorios típicos. Eso sí, antes de comenzar su consulta, lo único que le pidió el Médico a Coral fue su nombre y dirección y ya. Algo que sí resulta muy diferente a cualquier experiencia médica en mi País. Ni siquiera una identificación y mucho menos un centavo[4].

Con las notas médicas en mano pasamos primero al cuarto de laboratorios para tomar la muestra de sangre. Coral andaba con temor[5] porque pensaba que la muestra se tomaría con jeringuilla en un tubo de ensayo, como es usual en Puerto Rico para hacer un CBC. Nos recibe una Técnico que, en medias y chancletas hawaianas puestas, nos instruyó a esperar afuera mientras ella procesaba una muestra que acababa de tomar. No fue hasta que otra paciente entró, que nos percatamos que hay que ser más asertivo y proactivo porque sino se colarían. No por intención, pero más por el alto tráfico en el Hospital y la dinámica del lugar. Entramos al pequeño cuarto y Coral le ofreció el antebrazo a la Técnico, ella la miró dudosamente y le pidió el dedo. Para alivio y sorpresa de todos, la muestra sólo eran varias gotas de sangre que recolectó en una plaquita de laboratorio. La Técnico del laboratorio nos indicó reacia que la muestra la recogerá el Médico y que estaría lista entre 45 mins. a una hora.

Ahora nos dirigimos a esperar afuera en el área de radiografía. Admito que, por una parte estaba muy satisfecho de estar allí y saciar mi espíritu de aventura, pero por otra, un poco inquieto por la ignorancia que teníamos sobre la dinámica del lugar[6]. Cuando uno se aleja de su cotidianidad todo puede resultar muy extraño aunque que realmente no sea muy diferente. Todo el personal miró en algún momento con cara de, ustedes-no-son-de-aquí, mientras que los pacientes, con caras de agobio, esperaban en sala o en línea a ser atendidos. Llegamos al equidistante pasillo donde se esperaba el turno por radiografía y allí nos apiñamos para decifrar quién era el último en turno entre la masa amorfa de personas. Mi ansiedad se disparó nuevamente[7].

Allí le tuve que someter un poco al cubaneo[8] para distinguir el turno que nos tocaba entre las diez o doce personas que allí esperaban con caras de angustia y confusión, sumado el tráfico que había en el lugar. Comprensible al fin, porque estar en un Hospital no es empresa fácil para nadie, en ningún lugar del mundo parece ser, ya sea subvencionado por el estado o no. Así que, pregunté en voz firme, ¿quién es el último? Todos miraron y nadie respondió. Vuelvo a preguntar, ¿quién es el último para radiografía? Una cacofonía de respuestas y explicaciones incoherentes surgieron, a lo que respondí en todo afirmativo, “el último soy yo entonces”. Así que, cuando llegó la próxima persona preguntando por radiografía, le dije claramente: “el último soy yo”. Miré a mi alrededor y resuelto, ya todos lo habían asumido también. Ahora a esperar en el pasillo a que nos llamaran.

Mientras observaba las dinámicas que ocurrían a mi alrededor, la señora que estaba frente a nosotros sostuvo una discusión acalorada e interesante con la joven Técnico de Radiografía sobre un aparente error en la orden que le entregaba. Ante la confusión, la paciente le consultó la orden a un médico que pasaba, que al parecer conocía el caso y que al revisar la orden, sonrió y le añadió su ponche médico y la situación quedó resuelta. La Señora entró a la sala de radiografía sin problemas. Al parecer, esa es la herramienta que valida las órdenes en los pequeños papeles reciclados en el Hospital: UN PONCHE! Brillante. Los procesos burocráticos a veces no nos dejan imaginar que las cosas pueden ser mucho más simples de lo que son. Como si la burocracia no coartara la valentía de imaginar otra realidad.

En la espera, llegó la señora que por poco se nos cuela en el laboratorio, al verme preguntó, ¿quién es el último? Le respondí. Luego de un eterno minuto, le pregunté, ¿por qué estaba allí? Me comenzó a contar que su sobrino (que se veía aturdido y rojo como un tomate) había tenido un accidente en la moto y que después de unos días había confesado que tenía dolores de cabeza y se sentía mal. Cuando lo llevaron al Hospital, le descubrieron un coágulo de sangre en el cráneo y que a pesar de la urgencia, llevaba allí más de 5 horas en espera, entre un análisis y otro. Aunque la prognosis había sido alentadora, también le habían señalado escenarios de alta preocupación. Por un momento pensé que sería sensato cederle el turno, pero esa era la manera que manejaban las cosas allí. Además, quería salir pronto del lugar. Espero que el chico se haya puesto bien.

De todos modos, ahí nos encontrábamos y justo era nuestro turno para que Coral se tomara las radiografías. La Técnico nos invitó a pasar y le murmullo instrucciones a Coral. Ella no entendió nada y me miró con ojos de auxilio. A lo que le respondí, un poco por instinto[9] y un poco por experiencia en los hospitales, “que te quites el brassier”. Miré a la Técnico, que como de costumbre también nos miraba con cara de ustedes-no-son-de-aquí y le respondí, “fue que no te entendimos bien, es que no somos de aquí” y nos sonrió. Mientras acomodaban a Coral, noté que al techo le faltaba un plafón y que un cubo en el suelo recogía una gotera que caía, pero a pesar de eso también noté que la máquina de rayos-x se veía muy familiar -por no decir idéntica- a cualquier otra en mi País. Mientras le tomaron la primera foto, me escondí en la pequeña covacha con la Técnico. Le toma la segunda y pasa a revelarlo en el cuarto obscuro al lado. Mientras pasaba el tiempo de revelado, fuimos a esperar al pasillo principal.

Quedamos fascinados por todo el movimiento que había en el Hospital. Allí llegaron varios casos impactantes, gente maltrecha en camilla con heridas visibles y algunos ancianos con miradas perdidas. Nos entregan las placas aun mojadas y vamos directo a escabullirnos al consultorio del Doctor para discutir los resultados y el plan de acción. El Doctor examinó las radiografías con detenimiento, la nota a mano con el conteo de glóbulos blancos y comenzó a decirnos qué era lo que veía. Todos escuchamos el diagnóstico con asombro como si fuese la primera vez que consultábamos un Médico. Escribió la receta en una de las mismas notas recicladas y nos despachó a la farmacia a buscar los medicamentos. De ahí en adelante Daniel acompaño a Coral a comprar los medicamentos en la cercana farmacia, mientras yo buscaba refugio y relajación en la cama del Hotel.

Tengo que reconocer que aun tratando de escribirlo todo, hay eventos y personas que fueron parte de la experiencia y no las pude incluir en esta nota. Pero sobre todas las cosas, no puedo omitir escribir la calurosa acogida del pueblo cubano. Inmediatamente que decíamos que éramos boricuas se señalaban las venas del brazo y decían “la misma sangre”, “somos hermanos”, “de un pájaro las dos alas” o nos comenzaban a hablar de reggaetón, la salsa y pelota. La fraternidad se sentía natural, casi orgánica, como si los puertorriqueños y los cubanos fuéramos hermanos distanciados por políticas ajenas a nuestra voluntad. Además, el esfuerzo que los profesores se tomaron para guiar nuestra estadía y desarrollar las conferencias fue admirable. Nuevamente me hermanaba con las palabras de March (2008)“Estábamos admiradas, porque calculábamos el tiempo que tuvieron que dedicar para hacernos sentir más cercanas a ellos. Era una atmósfera verdaderamente emocionante, con un calor humano que nos hablaba de lo que ocurría en ese inmenso país, totalmente diferente a lo que se leía en los libros y en la prensa internacional” (p.97).

Referencia:
March, Aleida
2008  Evocacion: Mi Vida al Lado del Che. 1st. edition. Pozuelo de Alarcón, Madrid: Espasa Calpe Mexicana, S.A.

[1] sincretismo.

(Del gr. συγκρητισμός, coalición de dos adversarios contra un tercero).

[2] Mientras nos despojábamos las almas, mi queridísima Compañera de cuarto me enseñó la elegancia que puede llevar una carta cuando escribes en su encabezado el lugar desde donde la escribes. Más afortunado no pude ser, que por suerte al destino me tocó compartir cuarto con Coral, una chica que parecía callada pero detrás de su silencio guardaba historias muy únicas e inspiradoras. Necesitaba escuchar muchas de las cosas que nos dijimos en esos días, en la intimidad que comparten dos extraños en un cuarto de hotel. Me tocó muy especialmente un texto que compartió de uno de sus profesores sobre cómo cerrar capítulos y dejar las cosas ir, más que natural eran procesos necesarios y saludables. Hay veces que uno necesita escuchar esas palabras en esos espacios para poder seguir adelante, por clichosa que puedan escucharse. De hecho, gracias a ella nace esta nota, porque fue la que se enfermó y tuvimos que llevar al Hospital. Muchos de los buenos recuerdos en Cuba la acompañan, era mi compañera en la complicidad.

[3] Dos experiencias significativas que compartí con Gabriel en La Habana no se pueden quedar fuera. La primera, una fenomenal noche de juerga con flamenco y una caminata de confesiones a nombre de las bucaneros que nos corrían por las venas, marca una de las mejores noches que pasé en la Isla. La segunda, cuando fuimos al cine Yara a ver la película Venecia después de la efusiva recomendación hecha por la Profesora. Gabriel es un sensible y acertado cinéfilo que logra apreciar cada detalle artístico de las películas. Fue un inmenso gusto conversar con él y sería un gusto leer un blog o columnas de su autoría que atiendan la crítica de cine local. Se necesita sensibilidad y pericia para tener el ojo clínico que Gabriel posee.

[4] En Puerto Rico o EE.UU., si no tienes un plan médico, mejor que no vayas al hospital a menos que te estés muriendo. En primer lugar el proceso de admisión es tedioso y el costo por la visita es sumamente alto, casi inalcanzable. Además, existe trato preferencial si conoces a alguien dentro del lugar, es decir si tienes pala. Sin mencionar que al ver un médico es como ordenar en un fast-food, lo ves una vez y sigue corriendo con archivos por todo el piso. Los pobres parecen gallinas sin pescuezo a veces. Estoy seguro que no es su culpa y que como en cualquier otra empresa con fines de lucro también los explotan. En fin, me resulta muy impresionante -aun cuando no debería- que el acceso a los servicios de salud sea tan simple. Como debería ser en cualquier lugar donde pagues contribuciones.

[5] Naturalmente. También me había enfermado del estómago unos días atrás por tomar agua en abundancia y me había puesto súper chango. Comenzaba a extrañar todo en mi País, mi pareja, hablar con mi familia y mi rutina diaria. Tanto así que, las palabras que el Ché le escribió a su esposa en el 1965 cobraron completo sentido gracias a eso: “Decididamente, me estoy poniendo viejo. Cada vez estoy más enamorado de ti y me tira más la casa, los muchachos, todo el pequeño mundo que más bien adivino que vivo… te haces necesaria y yo solo soy una costumbre…” (March 2008, p.73). Así que entendía perfectamente por lo que Coral estaba pasando, sentía que mi apoyo era necesario y agradecido.

[6] Estoy muy acostumbrado a la dinámica de los hospitales de mi País. En primer lugar porque me he enfermado demasiadas veces y segundo porque mi Madre era enfermera al igual que mi Abuela y mi Prima. Navegar un hospital es muy sencillo cuando ando con ellas. Lo único que escuchaba en mi conciencia era a mi Madre gritar, “no vayas a un hospital a menos que no sea absolutamente necesario”, “no toques nada”, “asegúrate siempre andar en mahón y zapatos cerrados” y yo en cortos y camisa de manguillos. Mi ansiedad se disparó cuando vi un mosquito sobrevolando y recordé las tres veces que he sido ingresado por dengue; creo que vivo con estrés post-traumático o será que soy hipocondriaco. Para calmar mi conciencia me repetía constantemente, “el sistema de salud cubano es reconocido como los mejores en el mundo, César relájate y bájale dos.

[7] Al parecer soy muy ansioso. Otra cosa que noté mientras estaba en Cuba fue que la noción de espacio personal es muy distinta a la que estoy acostumbrado. Las personas parece que sienten entera confianza en estar piel a piel con un completo extraño. Cuando le compartí este sentimiento a un compañero me comentó naturalmente que era lógico, teniendo en cuenta las dinámicas de vivienda y transportación en el País. Realmente no sé si esa sea la razón, quizás es un asunto de ciudad y no tanto de País completo. Después de todo sólo visitamos La Habana y Cuba es muy grande y diverso.

[8] Les quiero compartir un pequeño diccionario de palabras que aprendí del argot cotidiano en Cuba. La primera, cubaneo, nos la enseño nuestro profesor huésped, Humberto (a.k.a. Humbertico). Esta palabra hacia refencia a un modo o dinámica de discusión típica entre los cubanos. Es una forma de argumentar que podría parecer un poco acalorada, pero que no tiene como intención la violencia. La segunda, estoy pasma’o”, la aprendí gracias a uno de mi compañero cinéfilo, Gabriel. Nos explicó que cuando le dices eso a alguien le estas dejando saber que estás pela’o o no tienes dinero. Esta frase nos fue útil cuando nos pedía dinero en la calle o los vendedores no nos quitaban el guante de la cara. La tercera, que bola asere, es un saludo muy común entre amigos. Admito que, aunque traté, nunca la pude usar correctamente.

[9] Al final del viaje andaba caminando por calle L (la calle del Hotel) y de pronto unos hombres en un carro se detienen, me llaman y me preguntan, ¿dónde queda la calle Infanta? Me tomó fracciones de segundo decirle, “baja dos cuadras hasta 23 y luego dos cuadras más a la derecha”. Por un momento cerré los ojos y me cuestioné cómo había desarrollado ese instinto direccional. La pregunta adecuada no era cómo, sino quién. Una de las personas más gratas que pude conocer fue a Yari, una compatriota radicada en la Isla hermana que había estudiado en la Universidad de la Habana y también se había prometido a un cubano. Ella nos ayudó a navegar la Ciudad y nos ofreció un apoyo como nunca hubiese imaginado. Gracias a ella también aprendí a montarme en los almendrones, que son los taxis que llevan y traen a la gente por un bajo precio. Los carros son una flota inmensa de carros americanos de los años 50’s que invade la ciudad y se vuelve una de las características anacrónicas más memorables e impresionantes del lugar. Yari fue nuestro vínculo en el lugar, nos protegía todo el tiempo y aun siento que tengo muchas conversaciones y aventuras pendientes con ella y su prometido. Ansío y espero que nuestros caminos se vuelvan a cruzar.

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¿Qué tienen en común Taylor Swift, el Algoritmo de Facebook y el Feminismo?

Esta semana comenzó con una serie de noticias interesantes en mi sesgado feed de Facebook, que me hacen pensar que el concepto de Feminismo se ha vuelto popular en las redes. De las primeras artistas populares que recuerdo llevar referencias al Feminismo en múltiples ocasiones ha sido Beyoncé y luego se le han unido varias más. Pero hoy vi unas declaraciones de Taylor Swift que me han dejado aturdidísimo. Según la nota del Independent, Swift declara que:

Taylor Swift arrives at the 49th annual Academy of Country Music Awards at the MGM Grand Garden Arena on Sunday, April 6, 2014, in Las Vegas. (Photo by Al Powers/Powers Imagery/Invision/AP) ORG XMIT: NVAK111

(Photo by Al Powers/Powers Imagery/Invision/AP) ORG XMIT: NVAK111

I think that when I used to say, ‘Oh, feminism’s not really on my radar,’ it was because when I was just seen as a kid, I wasn’t as threatening.

I didn’t see myself being held back until I was a woman. Or the double standards in headlines, the double standards in the way stories are told, the double standards in the way things are perceived. A man writing about his feelings from a vulnerable place is brave; a woman writing about her feelings from a vulnerable place is oversharing or whining. Misogyny is ingrained in people from the time they are born.

Quiero que quede diametralmente claro que no le estoy restando crédito al ah-ha-moment de Swift y la relevancia que pueda tener todo el análisis Feminista de su realidad, pero también coinciden con otro artista, personaje secundario en la serie de Netflix, Orange is The New Black, Matt McGorry:

Nuevamente, en principio, el ah-ha-moment de McGorry no está mal, pero para colmo de las cosas, coincide también con el estudio que publicó Facebook, sobre cómo su algoritmo crea burbujas ideológicas que posteriormente queda masacrado por la comunidad académica. Quizás me estoy volviendo psicótico y las teorías de conspiración es lo único que me queda, pero permíteme pintarte un panorama: Facebook sabe que consumo muchas noticas de Feminismo, gracias a militantes compañer@s que sigo. Y en principio, todo era bello. De pronto, comienzan a aparecer artículos de Taylor Swift, de Beyoncé, de MATT MCGORRY, gente que no aparecía en mi feed (tanto). Ahora, lo único que veo es artistas de Hollywood  y mis compañer@s que publican noticias sobre Feminismo… coquí. Acaso mi referencia al Feminismo ahora serán los artistas de Hollywood, no creo.

No creo en las coincidencias mucho, porque en la realidad informática que vivimos, estos artistas pueden tener acceso a patrones de consumo de información que existen en Facebook y Twitter y que la decisión de comenzar a montarse en el band-wagon del Feminismo responda más a una estrategia de mercadeo y no como un verdadero esfuerzo de adelantar la agenda Feminista como proyecto político.

Poner a Taylor Swift al lado de chicas cómo las de Pussy Riot o muchas otras compañer@s que practican el Feminismo como agenda política e ideológica me resulta incongruente. Quizás todo sea parte de un bien común, pero cuando el mercado agarra una idea, la puede destrozar y las ideas buenas hay que protegerlas. Por el momento, haré como un buen cristiano y pensaré entonces que feminismo -nótese la minúscula- responde a todo este discurso popular -que también está Emma Watson metida (pero que nadie se meta con ella, porque ella es bella, estuvo en Harry Potter y es modelo de Burberry)- y que, por defecto hace referencia entonces a el Feminismo -nótese la mayúscula-, como aquel andamiaje teórico e ideológico que sugiere propuestas concretas de cambio político. Quizá esté errado, quizá hacer esta diferencia no sea sustantiva o quizás el Feminismo esté suscrito a un asunto de clase. Verdaderamente, no tengo idea. O más irónicamente aun, quizá rinde su perfecto propósito, que al fin y al cabo es que, información e ideas producen más información e ideas, porque gracias a toda este «bobería» he escrito 500+ palabras más que le añaden a la discusión sobre el asunto y a la economía de la información contemporánea.

Auto-Bio-Monitoreo; La cuantificación y monitoreo del movimiento

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«Technology tools that are curated for change must be constructed and remain rooted in the terrain of those that aspire for real social transformation»- Philip Thigo

     Hace unos meses atrás, mientras compartía con mi hermana, noté que uno de sus amigos tenía un brazalete de esos que monitorea tu ritmo cardiaco, horas de sueño, pasos, etc.  Tecnófilo al fin, le pregunté, ¿qué tal tu vida con el artefacto? A lo que me respondió que, era una iniciativa del trabajo. Que su compañía los obsequiaba y entre los compañeros de trabajo se monitoreaban mensualmente y al final, la compañía recompensaba al que tuviera los mejores números; una de esas compañías de tecnología  del “top one hundred”. Mi intriga fue inmediata, mientras escuchaba la voz de uno de mis profesores que me retumbaba en la mente sobre su fascinación de este tipo de práctica de auto-bio-monitoreo. Recientemente encontré un artículo de Deborah Lupton(2014) que me ayudó a contextualizar mejor el asunto y poner en claro porqué mis sentimientos encontrados sobre el asunto más allá de los ideas distópicas similares a las de la película Her(2013) o la serie Black Mirror(2011).

La tecnología contemporánea ayuda a almacenar y monitorear la huella digital de la mayoría de movimientos que hacemos y aunque estoy seguro que de una manera inconsciente lo sabemos, aun así lo permitimos. Nuestros teléfonos tienen tecnología para rastrear y ofrecer las coordenadas exactas de nuestra localización en cualquier hora del día, cada vez que pagamos con cualquier forma de plástico u ofrecemos nuestras “tarjetas de puntos”, estamos alimentando una base de datos que almacena, no sólo nuestro consumo, sino que nuestros patrones de vida. La mayor parte de la información que consumimos deja una huella rastreable debido al medio donde se consume y más allá, gracias a los API; ya esto es una realidad inexcapable. Es importante que quede claro que mi intención no es demonizar estas tecnologías o su actual desarrollo, sino problematizar y contextualizar el asunto. Estos mismos avances nos permiten también lograr -para aquellos que tienen acceso- conexiones a comunidades, acceso a información y posibilidades de movilización como nunca antes vistos. Somos una generación físicamente e ideológicamente apartada, pero que le urge conectarse con inmediatez y la tecnología nos ha servido como remedio en esta realidad.

Por una parte, la cultura -transformada por no sé quién- nos convence a aspirar a alcanzar el mejor y más efectivo estado de subsistencia, bienestar y plenitud. Pero por otra parte, también las condiciones para lograrlo son más retantes o restrictivas para unos, que para otros y las tecnologías contemporáneas, para mi, son una especie de canario en la mina. Alcanzar un nuevo estado de bio-política, (formas de gobernar los cuerpos y mentes) es el proyecto que subyace dentro de estos nuevos esfuerzos de auto-bio-monitoreo. Medir las condiciones del cuerpo ideal, el humano ideal, aquel que no es problemático para los aparatos de gobierno o el orden establecido; que transita por el mundo como un buen consumidor. Es delegar una conexión de self awareness que cada persona debe tener con su cuerpo a unos aparato cuyas medidas y estándares han sido programadas por -dare I say it- una persona que vive en privilegio. Si no vives en privilegio, es difícil entender los beneficios de dichos aparatos.

El artículo de Lupton(2014) logra capturar las incongruencias que hay dentro de estos modelos. Le entregamos toda esta información, de nuestras vidas -gratuita y sin cuestionamiento-, a empresas que lo único que buscan es cómo hacer profit, hasta el punto que no entendemos si nosotros gobernamos al aparato o si el aparato nos gobierna a nosotros. El valor de los datos en nuestros tiempos ha aumentado tanto que las empresas hacen lo que sea necesario por llegar a el, al buscar formas convenientes y conspicuas para cuantificar nuestras -cortas- vidas en este mundo, cuando la historia nos ha enseñado que dichos esfuerzos siempre están sesgados. Lo irónico es que, las mismas tecnologías que nos ayudan a unirnos, también nos crean una profunda sensación de desapego y distanciamiento.  Lupton(2014) lo muestra cuando cita a Williams:

«I do not enjoy contemplating my self as blood and sinews and electrical signals … I might have preferred to accomplish my self transformation within broader measures, and I still long for that; to comprehend my body in longer and longer scales: seasons instead of hours, some other, coarser, property than calories. We (the Apps and I) had co-constructed a digital model of my self, and here I was, managing myself, it seems, by proxy. The feedback from that digital model often took precedence over how I physically felt. When I didn’t eat ‘enough’ protein I felt weaker, and when I had too much sugar I felt fatter. These were delayed reactions; a re-reading of my body from the model. I’ve yet to decide: is this model pushing me closer in contact or further away from my self and my world?»

    Si lo piensas bien, como se plantea en la película de Luc Besson, Lucy (2014), es tan poco el tiempo que pasamos en este mundo, que hay reflexionar seriamente las motivaciones detrás de las cosas que nos consumen el mayor tiempo en nuestras vidas.  ¿Qué nos queda entonces? Dime tu, porque aun no he encontrado las respuestas. Quizás es un cambio de paradigma y estoy sufriendo una crisis de identidad. Como te mencioné, aun tengo sentimientos encontrados sobre el asunto. ¿Usas alguna de estas tecnologías de monitoreo? ¿Estás consciente de ello? ¿Te hacen mejor o te encadenan? ¿Cómo te hace sentir el asunto?

«La Comay: Aparente y Alegadamente»: La reseña

El documental, “La Comay: Aparente y Alegadamente”,  es una polaroid de un momento en la historia de nuestra cultura, narrada por varios de los informantes principales del evento, donde el director definitivamente logra capturar la relación que teníamos con el personaje de La Comay y revive el tema que tanto debate amerita aún. Con una duración de una hora y treinta minutos, por muchas razones, recomiendo a cada puertorriqueño a verlo.

[Screenshot de SuperXclusivo.]

Screenshot de SuperXclusivo

     El tan esperado documental producido y escrito por Manolo Travieso Hurst (hijo de Héctor Travieso, uno de los personajes del programa) ya estrenó en la pantalla grande y no fue sorpresa que las reacciones (en todos los frentes) surgieran casi inmediatamente. Con su estreno sorpresivamente cancelado por la producción, el documental fue anunciado a presentarse el jueves 13 de noviembre en múltiples salas pero, para nuestra sorpresa, sólo se mostró en el cine de Plaza las Américas.  Aunque le he dedicado muchas horas al estudio de “El Boicot a La Comay”, admito que, cuando compré la taquilla, no me atreví levantar mucho la voz al ujier mientras me preguntaba: “Este documental, ¿logrará respondernos por qué La Comay es un tema del que hay que hablar, todavía, tras dos años de su desaparición? ”

El documental comienza con casi todas las butacas de la sala ocupadas (en la última tanda). En pantalla y como una especie de prólogo, Manolo Travieso presenta y explica su selección, en cuanto a la reportera -Liza Lugo- y arranca el documental con la pregunta: “¿Qué fuelo que sacó a La Comay?” Inmediatamente, como quien cumpliera con lo que se prometía en el trailer,  lo primero que escuchamos es la áspera voz de Kobbo. Imagino que, como algunos otros en la sala, su voz me sacudió por su indiscutible familiaridad, pero por otra parte, me causó angustia, sentimiento que supongo es bastante recurrente para todos sobre este tema. Tal cual si estuviera viendo a la contraparte masculina del personaje de La Comay, aparece Antulio “Kobbo” Santarrosa en la pantalla grande, sentado frente una chimenea con piernas cruzadas en su butaca de madera, tallada, con respaldos en cuero. Su cuerpo, adornado con su emblemática cadena de oro, con un caballo de pasofino, en primer plano su anillo y allí, allí estaba, tal cual sentado alrededor de la fogata de kumbaya, narrando cómo comenzó su trayectoria en la televisión del País.

[Kobbo]

Antulio «Kobbo» Santarrosa, screenshot del Trailer del Documental.

      Admito que -como me comentó Pedro Julio Serrano en una entrevista concedida para el desarrollo de mi trabajo de tesis- pensé cuán hábil fue Santarrosa en la metodología para desarrollar su personaje. El documental comienza, entonces, a entretejer relatos de la historia del programa SuperXclusivo, a las voces de Héctor Travieso, Leo Fernández y Milly Cangiano, entre otros. Una introducción llena de nostalgia y golpes de comedia que hacen que la historia no se torne pesada. El tono cobra aún más color al ver cómo el público en la sala reaccionaba a los estribillos populares de La Comay. El documental comienza a cambiar su perspectiva cuando aparecen las voces de las personas que eran objeto de ataque popular del personaje. Uno de los momentos que causó gran reacción en la audiencia fue cuando aparece el entonces alcalde de San Juan, Jorge Santini, narrando la constante tensión que causaba en él y los políticos, cada vez que el personaje sacaba el mapa con “la bolita”. Luego, Travieso lo contrapuntea con otro golpe de comedia, mostrando a Jorge Seijo respondiendo a la constante reproducción de los videos donde decía: “Hay que tener vergüenza, dignidad, integridad”. Aparece Carmen Jovet, con su característico aplomo, comentando sobre el fenómeno y también vemos a una Belén Martínez llorosa y reaccionando -aún después de dos años- a los insultos constantes y mofas que La Comay hacía sobre ella. Se hicieron escuchar las voces de Leo Fernández con su característico estilo de paparazzo, como informante de hechos, y hasta a Laura Hernández narrando su experiencia con La Comay. Le sigue El Molusco, justificando dichos ataques al declarar que, en las mejores relaciones de amistad, el elemento de bullying y sátira mutua siempre están presente y que: “El puertorriqueño es bully”.

Va cambiando más aún y en transición, habla del “niño” Lorenzo, presentando al licenciado Antonio Sagardía y al fiscal encargado del caso, señalando cómo el contenido que transmitió La Comay (las entrevistas en primicia  que consiguió con Pablo Casellas y el papá de una de las a cusadas) afectaron el curso de la investigación y la opinión pública en un caso criminal. Incluso, el exfiscal del FEI, Ernie Cabán, admite que: “Nadie tiene que ayudar al Estado a que se fabrique un caso”. Se reseña también la demanda que Antulio tuvo con Adolfo Krans, culminando con el “Manager de La Comay” discutiendo la sencillez con la que escribió el cheque para pagar por la millonaria demandada. Todo esto, no sin antes escuchar nuevamente al Molusco, afirmando el poder que La Comay tenía sobre la creación de la opinión pública y señalando que: “[Aunque] perdía demandas, seguía ahí”. El documental guardaba un buen ritmo entre la narración de la historia, los golpes de comedia y las historias de las figuras públicas.

La perspectiva cambia de dirección cuando reseña el caso de José Enrique Gómez, la campaña de “Todos Somos JoséEnrique” y las expresiones que La Comay hace sobre el caso, el documental cobra relevancia. Los sucesos violentos se sienten tan recientes como ayer. El Molusco le sirve como una especie de interlocutor del “sentir” del Pueblo, al expresar el resentimiento colectivo que se generó por el macabro asesinato y acto de violencia. Se toca la malintencionada pregunta de La Comay de que “si ese Señor, ¿se buscó esto? ”. Seguido, vemos las declaraciones de la viuda de Gómez Saladín,  que dejan la sala en silencio. Pedro Julio Serrano narra, entonces, sus encuentros con La Coma y y describe los inicios de “El Boicot”. Además, conocemos al creador de la página en Facebook, Carlos Rivera Jones, quien narra brevísimamente su perspectiva y  participación en el movimiento contra el personaje.

[Carlos Rivera Jones, creador y administrador de la página de PB del Boicot. Screenshot del Trailer del Documental.]

Carlos Rivera Jones, creador y administrador de la página de PB del Boicot. Screenshot del Trailer del Documental.

     Uno de los puntos clave que Travieso utiliza en su documental, en donde rompe con la línea narrativa, es cuando muestra al señor Rafael Fantauzzi, Presidente y CEO del National Puerto Rican Coalition y su participación con El Boicot. Vemos a Fantauzzi hablando de su estrecha relación con altas figuras de las compañías que auspiciaban a SuperXclusivo y va más allá, al declarar que sólo le tomó una hora y una llamada para suspender el auspicio de una compañía multinacional de telefonía. Ahí es cuando Manolo Travieso entonces, corta el hilo de narración en un intento por mostrar la duplicidad de Fantauzzi cuando éste hace unas declaraciones, que parecían expresiones fuera de récord, sobre su estrecha amistad con el Vicepresidente Regional de Univisión, Larry Sands. Acto seguido, muestra al mismo Fantauzzi, en tono burlón, declarando lo contrario a preguntas hechas por otro interlocutor al teléfono. La edición persigue crear apatía sobre Fantauzzi, pero el documental continúa a su conclusión. Narran las diferentes versiones del final del programa, tanto la versión de Kobbo, como la de Pedro Julio, y también presenta las lecciones que otras personas de los medios aprendieron por todo el suceso ocurrido a SuperXclusivo, en diciembre de 2012. Culmina con Kobbo expresando que le hubiese gustado darle una buena despedida a La Comay, pero deja un vacío, en lo que pudo aprender el resto de la sociedad puertorriqueña sobre todo el evento.

El documental captura muchas voces que narran el suceso, pero el estilo de edición, indiscutiblemente tiene un ángulo. Cada vez que se presentaba una sección de comentarios que señalaban la violencia que el personaje propiciaba, Travieso lo contrapunteaba con voces que normalizaban el discurso de violencia o resaltaban la libertad de las personas a cambiar el canal.  Tal vez esa es su intención, abrir el diálogo nuevamente sobre el asunto. Admito que son muchos temas que se pueden trabajar y de varios ángulos, así que quizás, una hora y media, no era tiempo suficiente, pero el dominio en la edición te hacen cuestionar. Creo que al romper con su estilo de edición y señalar a Fantauzzi como el “macaracachimba” responsable de tumbar a La Comay, no le dio espacio a las voces anónimas que prestaron los que estuvieron luchando durante todo un mes o varios años.

[Imagen publicada durante el Boicot en FB.]

Imagen publicada durante el Boicot en FB.

     Tampoco le prestó suficiente tiempo a algunos de los participantes de El Boicot, personas que, gracias a la investigación que realizo, pude conocer las tantísimas horas y energías que dedicaron para cabildear en contra de La Comay. No me cabe duda que el equipo investigativo tenía esta información y la dejaron fuera al momento de editar. Las razones, no las conoces. Bien es cierto que hubo un grupo de personas más responsables que otros por la partida del programa, pero al fin y al cabo, es indudable que generaron suficiente presión para lograr la cancelación del programa número uno de latelevisión puertorriqueña por catorce años ininterrumpidos, programa que generaba más de $1,300,000 semanales sólo en pautas comerciales.

Resulta necesario estudiar este fenómeno con rigurosidad, para entender la complejidad que lo compone. El conjunto, las herramientas y las estrategias utilizadas por un grupo de personas extrañas entre sí, unidas por una sola causa; el beneficio que surge del outsourcing, el empoderamiento y poder alcanzado, lo que El Boicot generó, suficiente visibilidad en las esferas más altas de compañías multinacionales, es importante entender y conocer cómo ocurrió. Más allá de pasar juicio sobre el producto que se transmitía o las acciones y razones que lograron eliminarlo, conocer el movimiento que provocó su cese y desista nos muestra un lado activo y reactivo en la sociedad puertorriqueña, sin enfocarnos en protagonismos, en estos tiempos de complacencia y desatino cultural.

[Foto por Ángel Flores.]

Foto por Ángel Flores.

El aire acondicionado versus la unidad de aire acondicionado: una reflexión

El culto de los sentidos ha sido censurado con mucha justicia porque al ser humano su naturaleza le hace sentir un terror instintivo ante pasiones y sensaciones que le parecen más fuertes que él y que es consciente de compartir con formas inferiores del mundo orgánico.

-Oscar Wilde,  El retrato de Dorian Gray

  El aire acondicionado y la unidad de aire acondicionado; el primero lo provee la naturaleza, el segundo creado por las manos e ingenio humano. Una importante distinción para comprender el nivel de impacto que tienen las tecnologías sobre la vida y el consciente humano.  El ingenio humano no sólo tiene la capacidad de crear artefactos para modificar su naturaleza, sino que también tiene la capacidad de reasignar simbólicamente todo su mundo. Su capacidad sólo es limitada por las leyes naturales –al menos las que conocemos hasta el momento–. Con la aclaración que no soy un lingüista, ni nada que se parezca, me quiero detener un momento a analizar las siguientes unidades simbólicas y sus manifestaciones concretas: (1) la unidad de aire acondicionado y (2) el aire acondicionado. La primera tiene dos conjuntos principales: «la unidad» y «de aire acondicionado», explicitando que existe una unidad o aparato que sirve para condicionar la temperatura del aire. Las implicaciones indirectas son que existen unos elementos naturales que se encargan de condicionar el aire y que dicho aparato logra controlar dichas condiciones mecánicamente.  La segunda entonces, se refiere únicamente al elemento -aire-  y a aquellas condiciones naturales que permiten modificar su temperatura. Lo que quiero explicitar tal vez sea obvio pero tengo mi propósito; existen unas condiciones naturales –no mediadas por aparatos– que condicionan la temperatura del aire.  La unidad de aire acondicionado fue creada, mientras que el aire acondicionado es una condición preexistente. ¿Cómo podemos entonces interpretar el hecho de que en la cotidianidad de la vida entendemos que la única manera de obtener el aire acondicionado es teniendo la unidad? Llegamos a nuestras casas y encendemos la unidad de aire –para aquellos que la puedan costear–, nos montamos en el carro y encendemos el «aire acondicionado» de inmediato. El otro día iba guiando y bajé las ventanas de mi auto y el aire afuera era fresco, frío y rico. Nada artificial, todo real; no necesitaba la unidad de aire acondicionado. Fue ahí que comencé a cuestionar todo este asunto que estás leyendo hoy. En la cotidianidad echamos a un lado que el aire –en su condición preexistente– produce ciertas condiciones que modifican su temperatura: hora del día, temporada, condiciones atmosféricas etc. Nos posicionamos como dioses en nuestro propio mundo cuando decimos sólo aire acondicionado al referirnos a la unidad de aire acondicionado. Pasamos por alto completamente los proceso preexistentes e inferimos dominio y control. Ése, entiendo yo, que es uno de los efectos de las herramientas, las tecnologías que ayudan a modificar nuestro entorno. Es cierto que podemos comenzar a hablar de calentamiento global como una de las condiciones humanas no existentes que condicionan la temperatura del aire. Eso es cierto y esta reflexión puede ser un pie forzado para discutir dicho asunto, pero la intención de esta reflexión es problematizar el hecho que a nivel psicológico eliminemos la palabra «unidad» al hablar del aparato que condiciona el aire y digamos sólo «aire acondicionado». La naturaleza condiciona el aire y debemos entrar en un contacto más personal con esa realidad. No sólo la unidad de aire acondicionado, pero las tecnologías pueden alejarnos de la naturaleza y su realidad  y más aun nos pueden seducir a olvidar por completo su inherencia e impacto en nuestra calidad de vida. Es vital utilizarlas conscientemente y problematizar su uso en nuestra vida.

Resumen semanal de Paliques, Diciembre 2-7

Pepito, Viernes negro
Semana del 2-7 de diciembre 2013.

El Imperio del Pendejo: Oda a la Favela Enajenada.

Me retuenan los oidos y se me revuelca la piel cuando escucho a alguién tirarle a los de caserío, a las personas que cojen cupones, etc etc etc. Mientras el dinero público unos lo consumen en luz, agua y comida, otros lo utilizan en lujos… Hay que aprender a identificar el problema real y no las causas. Espero que esta entrada de el rebulero ilustrado ayude.

EL REBULERO ILUSTRADO/THE ILLUSTRATED RABBLE-ROUSER

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Te odias. Tú, sí, tú, el o la que lee mis palabras. Te miras todos los días al espejo y te odias. Te detestas. No toleras ver tu reflejo en el cristal. Te sientes nauseabundo. Un chancro, una aberración contra el mismo ordenamiento natural. Atentas contra la creación divina y ni tan siquiera das la talla para la mundaniedad cotidiana.

Te odias, colonizado. Te odias, clase media. Te odias.

Porque todo el mundo es mejor que tu. Porque el gobierno te quita y se lo da al que menos se lo merece. Y si hay algo en donde tu auto-odio se manifiesta plenamente es en ese otro u otra, ese cabrón pobre de caserío, ese jodido negro tecato, esa puta en la esquina. Hijos de puta. Te quitan lo tuyo y se lo dan a esos mantenidos. A esos ignorantes.

Lo piensas mientras te vistes para ir a la iglesia…

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