A través de mis experiencias académicas uno siempre se ve en la necesidad de redactar documentos. Muchas veces estos documentos suelen ser con un lenguaje rebuscado que muchas veces puede alejar al escritor y al lector de lo que realmente siente. Por esta razón cuando me topé con el estilo de escritura del Fluir de Conciencia quedé asombrado. Me fue increíble ver como tú, mediante la lectura, podías viajar por los pensamientos y mente de una persona. Tan congruentes, fragmentados u organizados como puedan ser. Considero también que este estilo de escritura es uno de lo más puros que algún autor podría practicar. Por esa razón admito que me encanta tener mis momentos a solas con el teclado y dejar que mi mente y mis manos se vuelvan una y no controlar lo que escribo, sino dejar que mi mente escriba cuanta idea surja.
Si aún tienes alguna duda en lo que se caracteriza este género te sugiero que accedas el circo negro, que en sus notas con respecto a «El monólogo teatral como estrategia narrativa.» escrito por Beatriz Trastoy nos explica:
«El fluir de la conciencia sería una variante del monólogo interior en la que aflora el inconsciente, yuxtaponiendo imágenes y pensamientos íntimos, sensaciones y recuerdos, tal como se presentan en la conciencia (Marchese, 1978). En este caso, la construcción lingüística es más desarticulada en el aspecto sintáctico y semántico. Las asociaciones faltas de lógica, los enunciados incompletos, las formulaciones incorrectas se justifican, entonces, por el hecho de que el monólogo inscripto en la corriente del fluir de la conciencia carece por completo de pretensiones intersubjetivas (Bobes, 1992). «
mui bueno
principlamente creo que la opinion dada especifica bastante bien a los que se refiere el fluir de conciencia con respecto a la literatura, por lo que ami me quedo bastante claro, y me gusto mucho sobre todo por la parte de dejar fluir las ideas en su totalidad.
😀 A escribir con fluidez. 🙂